Andrés Manuel y nuestra soberanía

La diplomacia mexicana cumplió ampliamente en una visita difícil a Washington. AMLO hizo un gran papel ante un Trump del que no se puede esperar más que demagogia en tiempos electorales.

 

En lo personal me sigue incomodando la falta de rigor en el análisis de los temas que más lastiman la relación con un gobierno que (a diferencia del discurso de AMLO) nos ofende y nos ve como colonia.

AMLO tuvo un gran día. Todos debemos aplaudir sus discursos (haciendo a un lado la diplomacia zalamera, tal vez innecesaria) porto con honor y orgullo su vestimenta presidencial.

AMLO no solo colocó dos ofrendas ante las imágenes de Lincoln y Juárez, sino que ante ellos posicionó los sentimientos de justicia y dignidad que aspiramos todos y todas a contra corriente de la visión histórica de un estado con una tradición racista, intervencionista y llena de soberbia frente a sus vecinos del Sur.

Habiendo sido buena la visita, a la que muchos auguraban malos resultados y una grosera utilización electoral por parte de Trump, pero es solo eso, una buena visita. Bien por AMLO y por la diplomacia mexicana (supongo que ahora si hizo caso a las recomendaciones sobre su actuar como jefe de estado y no candidato presidencial)

Se acabó la visita, pero aún no acaba los temas de migración, comercio sin chantajes ni aranceles desventajosos, inversión real y permanente en nuestro país y sobre todo una relación de respeto entre dos naciones soberanas.

Por último, francamente me parece falta de memoria histórica que algunos simpatizantes de La 4ta se sienta orgullosos de que Trump le llame amigo a AMLO. Con amigos como él, para qué recordamos a verdaderos héroes como un Salvador Allende?