Crónica de corrupción anunciada
Gabriel García Márquez escribió que ningún lugar de la vida es más triste, que una cama
vacía. Ahora bien, ¿qué podría ser peor que una cama vacía? ¿Qué pasaría con una celda
fría? Esta es una de las cosas que más teme Emilio Lozoya y es una situación a la que
simplemente no quisiera llegar. Sin embargo, todo esto viene incluido dentro de una
estrategia para ganar tiempo liderada por parte del presidente actual, Andrés Manuel
López Obrador, quien es el encargado de dictar los tiempos y los temas. Gracias a esto, el
líder de la nación tiene sobre la mesa a Emilio “L” como parte del cumplimiento de la
afamada promesa de campaña que lo ha venido acompañando durante 18 años: el
combate a la corrupción.
Hablar de corrupción en México es algo tan común dentro de nuestras conversaciones,
que lamentablemente ha dejado de sorprendernos. Ahora bien, una cosa es hablar de ella
y otra muy diferente es combatirla. Así, es como el presidente se ha dedicado a garantizar
que se si elimina la corrupción, el dinero podrá rendir para el país.
El papel de Lozoya Austin
Mientras tanto, vemos cómo Lozoya Austin (el preso más mediático de los últimos
tiempos) menciona los nombres ansiados por AMLO: desde Salinas, hasta su némesis
Felipe Calderón, pasando por personajes del gobierno de Peña Nieto e incluso, Ricardo
Anaya. El hecho de que estos nombres aparezcan en las declaraciones de Lozoya, dota al
presidente de cierta credibilidad, ya que es casi prácticamente un “se los dije” y “lo sabía”.
Independientemente de cuál sea el caso, estas situaciones no deberían ser usadas con
efectos políticos sino en realidad, deberían ser orientadas hacia el ámbito de la
judicialización. En pocas palabras: esto no es un festín de políticos, es la aplicación de
justicia en un país opaco en estos temas.
En México no existe oposición al presidente
Quienes quieran estar en contra del presidente, deberán tener especial cuidado de no
estar vinculados a quienes Lozoya ha mencionado. Es así como descubrimos que, en
México, no existe oposición al presidente: es pírrica y dividida.
Justo en el momento que se pensaba posicionar a Ricardo Anaya Cortés, este se ve
empañado por Emilio Lozoya. No olvidemos que el 21 está cerca y la credibilidad de
MORENA y su exlíder moral, el actual presidente, se juegan todo su capital político en el
país: perder congresos, no ganar las gubernaturas que se disputarán e incluso, la cámara
baja del congreso nacional.
Todas las medidas que se puedan tomar para evitar la debacle, definitivamente serán
adoptadas. Tal cual lo hicieron en varios estados de la república, seguramente se buscará
defender el proyecto nacional a toda costa.
“Si antes había mañas, eran las mañas de la hoy oposición…pero las de hoy son del partido
en el poder”.
Si Emilio Lozoya no quiere esa cama sola y una celda fría, tendrá que cooperar con el
gobierno (e incluso terminará diciendo lo que le ordenen); así la situación en esta crónica
de corrupción. La red es enorme y muchos esperan empezar a destejerla…comenzando
por el presidente.
Los videos publicados hace unos días, en los cuales se ve a funcionarios del Senado
durante el sexenio de Calderón mientras reciben millones de pesos, no eran cualquier tipo
de funcionarios; por ejemplo, uno de ellos hasta ayer era Secretario Particular del
Gobernador de Querétaro. Dichos videos similares a este, seguramente seguirán saliendo,
pero en mi opinión, creo que deben ser usados no como parte del circo mediático, sino
como herramienta para la impartición de justicia.
La Nación
Licenciado en historia y Maestro en dirección de gobierno.
eduardo@personalidadesrevista.com