El Oro verde de San Cristóbal de Las Casas

San Cristóbal de Las Casas es conocida por su belleza arquitectónica y cultural, sin embargo en el aspecto ambiental  no ha sido valorada, por el contrario, estas riquezas verdes, su naturaleza, están siendo depredadas de manera voraz por ciertos sectores de la sociedad, independientemente de aspectos externos derivados del cambio climático.

Un ejemplo es el cerro del “Huitepec”, que gran parte del mismo es un bosque de Nubliselva representando a uno de los últimos reductos que existen en el mundo, en el cual la flora y fauna es muy diversa y proporciona agua y humedad al valle de San Cristóbal. Es un sitio para la investigación, para el esparcimiento, pero también fortaleciendo  la actividad del  ecoturismo bien podría  dejar divisas.

Una porción de este cerro ha sido deforestado o  lotificado y la construcción de casas habitación se ha vuelto común.

El caso de los humedales, otro de los tesoros verdes de San Cristóbal de Las Casas  y que lamentablemente ya está comenzando a invadirse a pesar de su importancia vital, por servicios ambientales que presta a la ciudadanía.

Para los investigadores, estos humedales son considerados como áreas de comunicación y transición entre los sistemas terrestres y los acuáticos y juegan un papel fundamental en el control de inundaciones. Son también importantes reservorios de agua subterránea que la población utiliza a través de pozos profundos y superficiales; además garantizan el abasto permanente de agua, dado que influyen en la alimentación y protección de los manantiales: María Eugenia, Almolonga, La Hormiga, Peje de Oro, María Auxiliadora, San Juan de Los Lagos, Real del Monte, El Campanario, Pedregal y Navajuelos, que en conjunto, abastecen de agua a cerca del 70 por ciento de la población.

En cuanto a la flora y fauna local se han registrado 21 especies repartidas en 13 familias. Respecto a la fauna Anfibios dentro del área se han registrado cuatro especies de anuros. Hyla walkeri (rana arborícola) Hypopachus barberi (rana borrego de montaña), Ollotis boucorti (sapo de montaña) y Lithobates berlandieri (rana común).

Otras especies que no se encuentra dentro de la zona de humedales, pero que se distribuyen en la zona de influencia de María Eugenia como son las montañas alrededor de San Cristóbal son la rana ladrona gris (Eleutherodactylus glaucus) y la rana arborícola (Plectrohyla acanthodes) ambas endémicas y bajo protección especial en la NOM 059-SEMARNAT– 2001

Por otra parte, en los últimos años se ha registrado una especie de anfibio introducido y es la rana toro (Lithobates catesbeianus), ranas y pequeños roedores (Patiño, L.L. )

Reptiles

Los reptiles distribuidos y registrados en la zona son cuatro y las las lagartijas habitan sobre todo en las zonas donde hay arbustos y pequeños árboles. La culebra de hojarasca se encuentra debajo de troncos y piedras en las áreas de pastizales donde es bastante abundante. Por último la culebra de agua, solo habita los sitios cenagosos de la reserva, es muy abundante y su alimento principal son las ranas y sapos de los humedales (G. Csorba, et.al. 2004).

Aves

La avifauna asociada a la ZSCE Humedales de Montaña María Eugenia está representada por ocho especies: (Ergaticus versicolor, Falco peregrinus, Buteo platypterus, Rallus limícola, entre otras.

Este humedal también es refugio de aves migratorias, entre las que destaca la cerceta ala azul (Anas discors) y la garza grande (Ardea alba). Entre las especies residentes que dependen de este hábitat encontramos a la garza azul (Egretta caerulea), el ralo de virginia (Rallus limicola), la gallineta común (Gallinula chloropus) y el sargento (Agelaius phoeniceus). Mamíferos.

Entre las especies con alguna categoría de amenaza se encuentra la musaraña ó topo de San Cristóbal (Sorex stizodon), el tlacuache común (Didelphis marsupialis) y (Didelphis virginiana) (Alba,1995),

Peces.

De los peces destaca por su endemicidad y categoría en peligro de extinción al Escamudo de San Cristóbal (Profundulus hildebrandi)

Importancia de los humedales de Montaña.

Los humedales de montaña son ecosistemas que de manera natural regulan las condiciones climáticas, controlan inundaciones y sirven como reservorios de agua para consumo humano. Oxigena el agua subterránea, mantiene los niveles de los mantos freáticos, y funciona como biofiltro de carbono. Puede además compararse con una gran esponja, con aguas subterráneas a muy poca profundidad, que brotan a la superficie formando lagos o pantanos y donde llegan a vivir cientos de especies.

Hay también zonas importantes de recreo y ecoturismo como las cuevas de Kembo’, Moxviquil, Los Molinos de San Cristóbal de Las Casas que datan de los siglos XVII al XIX , El Arcotete, La Quinta del Obispo, Molino Utrilla, Molino los Arcos y La Alborada.

Tener una ciudad arquitectónica esplendorosa y un medio ambiente protegido, sería un binomio trascendente que atraería  más turismo a la ciudad y quienes aquí habitamos, gozaríamos de mejores condiciones ambientales y de salud.

Es una tarea ardua que corresponde a los tres órdenes de gobierno pero también a la sociedad en general.

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