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¿Qué vas a ser cuando seas grande?

¿Qué vas a ser cuando seas grande?

Todos en algún momento de la vida tenemos el sueño de ser grandes, en el cual pensamos ¿cómo nos veremos?, ¿cómo viviremos? y ¿dónde trabajaremos como adultos? y la pregunta ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Es una cuestión que nos preguntamos, se pregunta y se preguntará siempre en el proceso de transición de ser niño a ser adulto, el matiz de la respuesta estará dado por las circunstancias sociales que enmarcan el crecimiento de las personas en las diferentes épocas, sus valores, sus necesidades, etc. Las oportunidades que se abren serán la pauta en las decisiones juveniles y es aquí donde es importante comprender ¿qué se necesita para guiar al muchacho en la construcción de su proyecto de vida?… sin tantos miedos, sin tantas limitantes, sin tanto desconocimiento de sí mismo, proponiendo caminos que sirvan de motivación a sus talentos y a sus sueños.

Muchas veces no se llega a realizar ni siquiera un bosquejo de ello por los miedos, tabúes y desprestigio de profesiones o de ilusiones de vida debido a las ideas de cada familia o sociedad en donde se vive; lo cual estigmatiza y limita la buena elección, ya que con esos comentarios se destruye en la persona la confianza sobre lo que se ha venido pensado, creado principalmente, por lo que el mismo se conoce. Muchas veces no se dan cuenta los padres,  que sus hijos van siendo moldeados desde niños por su crianza y la convivencia diaria lo que les ha permitido tener esas ideas, esos sueños al impulsar o evitar desarrollar sus talentos y dones a través de lo académico, lo cultural, lo artístico y lo deportivo con lo que el joven se vio estimulado y con lo que él pudo reconocer su valía (o minusvalía) en diferentes campos, lo cual le ha dado ideas sobre su condición o sus posibilidades, así mismo también la crianza que ha disfrutado le permite hacerse pensamientos sobre  la pareja y la vida en comunidad que puede poseer y según su interpretación dará lugar a su deseo de buscar trascendencia y animarse a planificar sus metas personales de familia. Y entonces se esforzará para concluir periodos, así como lo ha vivido, primero terminar kínder, después primaria y así sucesivamente, con lo que va creando sus propios temas de éxito cada vez con más pertenencia, autonomía, libertad, responsabilidad, aplomo que lo invitan a trabajar en sus logros y en su desarrollo.

Forjar un proyecto de vida no es algo al azar, inicia desde que nacemos y se va desarrollando dentro de la compañía alegre de unos padres dispuestos a conocer a su hijo y guiarlo por caminos de sabiduría en los cuales el podrá ir desarrollando sus dones, talentos y fuerzas personales. En ese trayecto los padres trataran de no mezclar errores o defectos de cada uno y de su relación impulsando así con cada vivencia la individualidad del hijo.

Es entonces que el proyecto de vida va tomando forma en la mente del hijo y le inyecta vitalidad y deseos de aprender y de generar, lo que hace que la vida académica y extra académica sea placentera. Cercano a la adolescencia, ya en una edad juvenil la escuela permite a través de su secuencia ir dirigiendo esos talentos y sueños hacia metas específicas, develando su vocación. Es por ello que nace el anhelo de crecer y lograr. Esto me recuerda cuando uno sueña con el carro que manejará, la ropa de moda que podrá usar, etc. Igual va significando desarrollar una profesión, una forma de vivir y una forma de compartirla. Es entonces que el joven acierta a proyectar su futuro desde una óptica generadora, propositiva y con metas que permitan sentir que vivir es una oportunidad de disfrutar y aprender.

Tu proyecto de vida puede ser el mejor guion que puedas escribir y ser tan abierto como para seguir proponiendo y desarrollándolo a través del tiempo. Te permite ir por un camino que tu inventas y que día a día vas avanzando, y como lo decía Machado en su poema “Caminante haz camino al andar”, sin copiar al que va delante sino buscando definirte cada día con él.

Es importante para ello primero que puedas valorar con humildad y amor a tus padres que a pesar de las dificultades con las que pudieron establecer su relación contigo te han dado la oportunidad de construirte como un ser con defectos y virtudes, impulsándote a tomar decisiones para seguir avanzando tal como ellos lo han hecho hasta hoy.

Segundo aprender a valorar lo que eres y tienes con lo cual tu podrás lograr metas más altas si te lo propones, aquí es importante conocerte para permitirte lograr desarrollar la profesión, pareja, familia y el trabajo que has soñado.

Tercero Fortalece tu entusiasmo, entendiendo con ello la importancia de trabajar con la tolerancia a la frustración que te puede impulsar, si la has domado, a dar el salto después de un fracaso y seguir intentándolo hasta que sientas que lo has hecho todo.

Nunca olvides que no estás solo, ayúdate en todo momento de personas con las que puedas aprender nuevas estrategias y puedas mejorar tu desempeño, encontrando siempre soluciones a los problemas que a diario podrás enfrentar.  Y sobre todo sueña… y persigue tus sueños, pues como dicen si lo puedes soñar lo puedes lograr y siempre sueña tanto para que puedas perder algunos sueños en el intento y todavía tengas muchos más…los sueños son un motor de impulso que necesitan de acciones concretas y de determinación para llevarlos a cabo.

Pero si aún sientes inseguridad y no entiendes como empezar, existe la ayuda profesional para aclarar tu vocación y darte el valor de soñar para esforzarte, tal vez no has buscado bien en ti mismo y por eso no sabes que encontrar, sin embargo, creo que mientras hay vida siempre es momento para darle sentido al viaje más importante … tu realización personal.

 

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Viajando por la vida Psicóloga y Psicoterapeuta, con especialidad en niños, adolescentes, adultos, parejas y familia, en las áreas clínica, educativa, tanatología y acupuntura. moni@personalidadesrevista.com

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